Víctor Maturana celebra en El Farol sus cuarenta años en el grabado
Con exposición “La dualidad unificada, edición variada”, en que participan 42 artistas.
“La dualidad unificada, edición variada” es la exposición que está presentando el consagrado grabador Víctor Maturana en la sala El Farol de la Universidad de Valparaíso, muestra que celebra sus cuarenta años en el arte y que cuenta con la participación de 42 artistas. La gran particularidad de esta muestra colectiva es que cada artista fue invitado a participar con una obra, la que trabajaron sobre la base de un mismo motivo gráfico que Maturana hizo llegar a cada uno.
El motivo de esta singular forma de celebrar es terminar con lo que Víctor Maturana define como “la enfermedad de la dualidad”. Explica: “Después de cuarenta años de desarrollo artístico, las historias para justificar el hecho de dedicar tu tiempo a esto van evolucionando mucho, desde una necesidad muy egocéntrica de querer ser distinto a los demás para ser original, a después una necesidad social, de cómo puedes dedicarte al arte en una relación con todos”.
Esa relación, dice, es compleja. “Y como que por los tiempos y por la edad y por muchas cosas, por los problemas sociales que tenemos ahora, hay una enfermedad que hay que curar: que esta dualidad sea una, o sea tener una mirada desde el todo. Pero en arte es muy complejo, porque todos son tan egocéntricos”.
Entonces, para celebrar sus cuarenta años en el arte, decidió enfrentar esta dualidad unificada con un proceso sanador: “El hecho de que nosotros veamos todo como bien y mal, como buenos y malos y todo eso, es una enfermedad, porque nos polarizamos. (…) La sanación, que es una mirada desde el todo, es que en el fondo ocupemos ambos lados y desarrollemos el que no hemos desarrollado, porque somos lo que somos y lo que no somos. Y ahí está el tema, porque lo que no somos se va a nuestra sombra. ¿Qué relación tenemos con ella?: la abrazamos o arrastramos toda la vida con ella; generalmente arrastramos, pero ahí está todo lo que nosotros no quisimos ser pero somos. Entonces por eso yo compartí con ellos la sombra de un trabajo, para que ellos la iluminaran y me mostraran a mí el camino de la luz, de donde es lo que yo debería ser. Por eso es la dualidad unificada, o sea, cómo siendo dos, podemos ser uno. Y cómo siendo cuarenta, podemos ser uno”.
Edición variada
Víctor Maturana explica asimismo el sentido de nombrar la muestra como “edición variada”, señalando: “Esto es a partir del Centro de Grabado de Valparaíso, y el grabado es una técnica que tiene muchas normas. Una de esas normas es que yo puedo hacer una prueba de artista, puedo hacer una prueba de estado, puedo hacer una prueba variada. Y la prueba variada significa que yo, usando la misma matriz en todos, podría hacerle un toque distinto a cada uno, por lo tanto ya no era una edición de hacer una de diez, dos de diez, tres de diez, sino que eran todos únicos, y a eso nosotros en grabado le llamamos edición variada”.
De esta forma, cada artista convocado recibió un lienzo con el motivo impreso, todos idénticos, y cada uno lo intervino a su gusto. “Como todos participaron y todos hicieron su propia creación a partir de lo que se les ofreció, es una edición variada”.
Escoger a los participantes también fue complejo, apunta Víctor Maturana: “Porque cuando uno escoge, es más lo que no escoge que lo que escoge. Entonces, por más que se organizó desde el amor, produjo tensión a los que no fueron escogidos. Y como todo, cualquier cosa que uno haga puede ser tomada como bien o mal —las cosas no son ni buenas ni malas, depende cómo uno las quiera ver—, esto que en el fondo partió con una intención de unificación, de amor y de todo, también fue leído como negativamente, porque hay un grupo mucho mayor que quedó afuera”.
Pero, detalla, “esto partió como una fiesta de cumpleaños en la que primero se invitó a los más cercanos y después el círculo fue creciendo un poco más hasta que se llenó los cuarenta, y así y todo llegamos a 42. (…) Entonces, vendrá una versión dos”.
La muestra permanecerá abierta al público hasta el sábado 28 de septiembre, en la sala El Farol, ubicada en Blanco 1113. El horario de visita es de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00, y sábados, de 11:00 a 14:00 horas. La entrada es liberada.