Concurso Nacional de Arte Joven abre muestra en sala El Farol y anuncia itinerancia nacional
Hasta el 28 de enero se podrá visitar exposición de ganadores y seleccionados de la XLIII edición.
La Universidad de Valparaíso inauguró la muestra de 32 seleccionados y ganadores de la XLIII versión del Concurso Nacional de Arte Joven, la que se podrá visitar de manera presencial en la sala El Farol, ubicada en Blanco 1113, hasta el 28 de enero y con un aforo de 25 personas.
Este año el concurso recibió sobre 200 obras de distintas técnicas de artistas provenientes de ocho regiones del país. El jurado estuvo integrado por los artistas Rodrigo Gómez, Paz Castañeda y Carlos Navarrete. La muestra se exhibirá posteriormente en el Centro Cultural Espacio Matta, en Santiago, y en la Casa del Arte-Pinacoteca de la Universidad de Concepción, mientras que las obras ganadoras realizarán un recorrido por el país, por medio de un convenio con distintas universidades estatales.
En la presente versión el Premio de Honor Universidad de Valparaíso, consistente en tres millones de pesos, diploma y medalla fue para la obra “La llegada del hambre a la luna”, de Gabriel Holzapfel, quien destacó que “es un tremendo honor, porque he participado innumerables veces y he visto cómo junto con mis colegas hemos crecido como artistas en torno a la existencia de este concurso”.
Sobre su obra, comenta que “nace por mi obsesión como lector de noticias. El 2019 se conmemoraron los cincuenta años de la llegada del hombre a la luna y mientras pasaba todo esto pensaba en las catástrofes mundiales, en la hambruna de otros lugares y que el hambre sigue creciendo en la tierra. Con humor quise hablar de este problema, desde una mirada minimalista, usando panes tostados y cosas que todos conocemos, con las que pude levantar una alegoría para reflexionar sobre este tema”.
En tanto, la obra “Piel, transmutación, calma”, de Valentina Morales, obtuvo el Premio del Litoral, consistente en dos millones 500 mil pesos y diploma, entregado por el Banco Santander. Al respecto, la artista comentó que “es muy emocionante, porque es el primer premio que gano y, en especial, porque es un trabajo colaborativo, que incluyó no solo a las personas que participaron en los tatuajes que incluyó la obra, sino también el aporte de otros artistas. Es una obra que está hecha a partir de bordados y poemas basados en reinterpretaciones de palabras, generando una convocatoria en la que personas de forma voluntaria se tatuaron en su piel el reverso de estos bordados”, agregó.
Compromiso con el arte y la cultura
El rector Osvaldo Corrales enfatizó que “en esta premiación hemos querido reafirmar el compromiso que nuestra universidad tiene con la promoción y el desarrollo de la cultura y las artes en tiempos tan difíciles como éstos, lo cual representa un alimento importante para el espíritu. Tendremos una itinerancia en otras ciudades y las obras ganadoras van a recorrer el país, para que las personas de otras ciudades puedan conocer el resultado y las piezas que los artistas jóvenes de nuestro país tienen que entregarnos. Además, reabrimos nuestra sala El Farol, lo que representa la vuelta a la presencialidad de nuestras actividades culturales, algo que nuestra ciudad requería y estaba pidiendo hace bastante tiempo”, añadió.
Para el director del concurso, Rafael Torres, “el concurso es un termómetro de lo que está pasando en el arte contemporáneo y, sobre todo, de la mirada de los jóvenes. Hay una visita a las técnicas tradicionales como óleo sobre tela, dibujo y gráfica, entre otras, pero también hay nuevos lenguajes, siempre con una proclama y una crítica desde la perspectiva artística. Esta exposición refleja el momento de las artes visuales contemporáneas en nuestro país, lo que nos alegra mucho hacerlo desde esta universidad”.
Este año, las distinciones especiales, consistentes en un premio de 500 mil pesos y diploma, fueron para “Patrones vulnerables”, de Renata Ayala, y “Camerino miss Fausto 2020”, de Elizabeth Sepúlveda.
Las menciones honrosas fueron para las obras “El significado de la palabra”, de Carolina González; “Manual del desaparecido”, de Tamara Martínez; “Visita nocturna a Luz Sánchez”, de Tomás Molina; “Contenidos mínimos obligatorios”, de Katherina Oñate; “Formas de olvido”, de Carla Repiso, y “Arreglo floral n°5”, de Paula Solís.